23 may 2010

María Lourdes Simán, presidenta de la Biblioteca, visitó "La hora del politécnico"

Para consultas, llamar al 4754-2814 o escribir a biblosnuevoser@hotmail.com


 










Maria lourdes Simán, presidenta de la Biblioteca popular y parlante Nuevo Ser,  visitó "La hora del politécnico".


La entrevista -que contó con la participación de Vanina Alegre, alumna del taller de radio de Gustavo Núñez, puso en conocimiento de los oyentes la actividad que desarrolla la biblioteca: allí, se traducen libros al sistema braille, se graban
libros en cds, con lo cual se va formando una biblioteca parlante. También asesoran a los voluntarios para realizar dichos trabajos. 
Para los que quieran colaborar, la dirección es Ayacucho 2377, San Martín,  el teléfono 4 754 2814, y el horario, de 13,30 a 19. Lourdes estuvo acompañada por Mirta Villalba ,vocal de la Comisión Directiva,  quien nos contó que se va a realizar un taller de huerta orgánica en la biblioteca, al cual se invita a todos a participar. Finalmente, Lourdes contó que, en homenaje al bicentenario,  está preparando una jornada de lectura, invitando a instituciones y público en general, para que lean unas líneas dedicadas a dicho acontecimiento. Dijo que la idea es hacerlo en la plaza de San Martín, en el mes de julio, en día a confirmar, ya que el horario sería entre las 11 y las 12, 30 de la mañana: dicho evento sería transmitido en vivo por "La hora del politécnico"

La hora del politécnico se emite de lunes a viernes de 11 a 12      por la am 1580     Tradición

18 may 2010

Nuestros lectores solidarios -2- Leticia

Para consultas, llamar al 4754-2814 o escribir a biblosnuevoser@hotmail.com










- Hoy estamos acá con Leticia y con Joaquín, para que ellos cuenten su experiencia con la biblioteca.
- Bueno, en primer lugar voy a contar cómo llego aquí. Llego a través de un periódico vecinal que solicita voluntarios para la Biblioteca Nuevo Ser. Hablo por teléfono con Lourdes y cuando llego, encuentro una sala de lectura amplia, un solo escritorio y en el escritorio, Lourdes, que después estaba en todas partes, como una mariposa que iba de allá para acá. Me impresionó la persona que estaba en el escritorio que se llamaba, -porque falleció-, Dionisio Villafañe. Lourdes me pregunta qué expectativas tengo por qué llego a la biblioteca y yo le cuento que había sido docente durante mucho tiempo y que me había jubilado y que necesitaba estar en contacto con lo que había sido mi vida de docente.
Así que Lourdes me dice “Acá se necesitan lectores solidarios”; me explicó cómo se hacía, me dieron un casete también para que yo escuchara a otro lector con más experiencia, era Oscar que es el modelo del lector solidario.
- Y una vez que empezaste a grabar libros, ¿hubo alguno del que te acuerdes especialmente?
- “Cienaños de soledad”. Ya lo había leído y lo volví a leer, poco a poco, me llevó bastante tiempo. Me encantaba toda la familia Buendía, la cuestión de la colita de cerdo, lo que pasó con el último de la familia… Y a raíz de eso empiezo a pensar que el libro me hacía pensar en la llegada de mis abuelos a Argentina, que ya estaban por cumplirse cien años, en cómo se había agrandado la familia, en qué lugar ocupaba yo en ella....
- Aparte de tu servicio como lectora, ¿algún otro hito importante en tu relación con la biblioteca?
-Ver su crecimiento . La biblioteca estuvo en una sala de lectura con unos cajones de fruta llenos de libros y después fue creciendo de a poco, se fueron construyendo estantes, divisiones; después, la gente se preocupó colaborando, por ejemplo para construir el baño… Es decir, se la fue equipando. Así, con el tiempo, yo me encontré con un grupo familiar acá, era mi familia, realmente.
- ¿Qué se te ocurriría decirle a alguien que quizás lee esto que decís y le surge la inquietud de hacer algo parecido, de colaborar como lector?.
- Sobre todo, que entienda la lectura no como para uno, como una recreación personal, sino para brindarle a otro la posibilidad de que acceda al libro, de que participe de ese intercambio autor-lector. Yo soy tímida en cierta forma, cuando tenía que hacer un discurso, como docente, se me hacía un nudo pero cuando salía al escenario, ya no veía a nadie, me ponía a leer, era lo mío. Por eso, pensé que me podría costar leer así, para otros, pero me pasó como con los discursos: una vez que arranqué, me resultó fácil.
- Bueno, estuviste haciendo eso toda tu vida en algún sentido, como docente y como lectora: compartiendo palabras, textos, libros, con otros. Muchas gracias, Leticia.
-A vos, nos vemos.
(Próximamente: entrevista a Joaquín)













(arriba, Joaquín y Horacio, a la izquierda y a la derecha respectivamente, mostrando uno de los cuadros de Joaquín)

Los personajes de Nuevo Ser: Rubén

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(arriba, Manuel al llegar a la biblioteca)

 -Hoy estamos con Rubén y con Manuel. Vamos primero con el reportaje a Rubén. Contanos cómo te acercaste a la biblioteca.

-         Muchas gracias. Yo me acerqué acá a la Biblioteca por intermedio de una compañera del trabajo de mi hija, porque cuando perdí la vista hace un año, ya venía perdiéndola paulatinamente, tengo un problema de retina producido por una diabetes que nunca traté como hubiera debido, hasta que, bueno, pasó la inevitable. La idea fue que empezara hacer una orientación y que me empezara a manejar dentro de otro mundo que no era el habitual mío. Empecé con los cursos de computación  en  una escuela acá en San Martín, porque vivo en 3 de Febrero pero ahí  no hay mucho para los discapacitados, sobre todo el tema mío. Yo siempre me manejé en computación, soy analista de sistemas y  llevo casi 30 y pico de años en el tema. Como tenía la experiencia, no me resultó tan complejo el manejo del nuevo sistema que tengo que utilizar, entonces empecé la escuela con los cursos de computación. Aparte, venir a  la Biblioteca era para que en los ratos libres que tenía fuera ocupando un espacio dentro de mi tiempo, porque para la persona que sufre ceguera el tiempo tiene mucha importancia, hay que ocuparlo y hay que buscar los medios.
        -¿Cómo te manejás por la calle? ¿La gente ayuda, te molesta si te preguntan si necesitás algo?
        - Casualmente, ayer mi hija mayor me pidió le podía ir al centro a hacer unos trámites de su Obra Social. Estuve mucho por la calle mientras veía, así que tengo muy buena orientación. Me tomé el subte, bajé en Pueyrredón y Corrientes, y se me acercó una chica. Me dice :“Perdóneme, ¿usted hace mucho tiempo que no ve?” entonces le digo “No, hace un año, ¿por qué?” y me dice “No, porque no parece que fuera…”. O sea, se le presentó la duda de si era ciego o no, porque me veía muy seguro.  Lo que pasa es que como hice orientación, me manejo relativamente bien. Me llamó la atención porque es la primera vez que una persona se acerca a preguntarme de mi problema. Lo único que me molestaría es que alguien dude de la discapacidad, porque hoy en día hay tanta gente que se aprovecha y simula... Pero siempre digo que todavía hay mucha gente buena en este mundo y lo he descubierto en las cosas que me pasan en la calle. Por ejemplo, gente que anda en auto, que se ha parado y se ha bajado  porque me vieron en una esquina esperando para cruzar. Cosa que nunca se me hubiera ocurrido. No es que se no me hubiera ocurrido sino que hoy en día vivimos en un mundo…
- ¿Individualista?
       - Claro, donde la gente  no se ocupa del otro. Eso me llama poderosamente la atención, porque igual hay gente que se desvía de lo que está haciendo para acompañarte. La otra vez una señora me acompañó como tres cuadras y no iba para ese lado. Todo eso te reconforta ,dentro del sufrimiento que puede tener uno de acuerdo a su enfermedad. Bueno, lo he asumido y no queda otra alternativa. Lo que siempre digo es que no me voy a tirar, no me voy a dejar…No voy a tirarme en una cama y dejarme estar. Trato de salir, ir, hacer…Lo que puedo hacer, lo haré  y lo que no puedo, pediré ayuda y si no se puede,  no lo haré.
     - ¿Y de los servicios de la biblioteca, cuáles utlilizás?
     - El año pasado estuve  viniendoa los cursos de computación, también me he llevado algunos libros-grabaciones para escuchar en casa. La semana pasada fui a una comisión de discapacitados que está en el centro y me dieron una guía muy interesante, pero en forma de libro y me gustaría ver si puedo conseguir una versión en CD o la forma en que pueda leerla. Es algo que me gustaría decir, respecto de que con frecuencia no se piensa en las distintas discapacidades cuando se hace algún emprendimiento así, lo mismo que a nivel del cumplimiento de las leyes, a veces uno está muy desprotegido.
       - Para cerrar, Rubén, ¿te acordás algún libro que hayas leído y te haya gustado, ya sea cuando lo leías en papel o alguno de los que escuchaste como audiolibro?
       - Hace poco leí  "El código Da Vinci” y ahora conseguí la continuación, ¿cómo se llama?
        - “Ángeles y Demonios”.
        - No es tan impactante como el primero pero no es malo tampoco. Bueno, eso es lo último que estuve leyendo, me gustó.
        - Rubén, muchas gracias y vamos a pasar a que nos comente algo Manuel.
         - Bueno, gracias a vos.

Los personajes de Nuevo Ser: Manuel

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- Manuel, continuamos con tu entrevista después de haber hablado con Rubén
- Mi nombre es Manuel , tengo 62 años y hace 15 quedé ciego. Sigo en actividad, sigo trabajando, soy comerciante. Vengo a la Biblioteca hace 10 años, desde los comienzos. Encontré un lugar donde venir para leer, estudiar, conversar, hacer amigos. Aparte, hice la rehabilitación en la escuela 504 de ciegos.
- ¿La biblioteca cómo la conociste? ¿quién te la acercó o cómo te acercaste vos?
- Conocí a Dionisio en la  504, porque él ya iba cuando yo fui y cuando  empezaron a armar la Biblioteca, yo vine  con ellos.
- Estaba mirando ahí atrás que estamos en el salón Dionisio Villafañe. Este saloncito  tiene un fileteado muy lindo en una madera que dice su nombre.
- Así es, fue alguien muy valioso acá. Por otro lado,  yo nunca me integré a trabajar más dentro de la Biblioteca porque siempre seguí trabajando en lo mío. Entonces, al estar en actividad, no tengo tiempo de dedicarle a la Biblioteca, pero cuando puedo, vengo, charlo, me interiorizo en las cosas, me  llevo libros, estudio computación aquí, vengo y practico algo en las computadoras. Son como artefactos para hacer gimnasia: si tenés alguien que te haga compañía, te subís pero si estás solo seguís de largo, sin escalas. Es algo para compartir, también. Porque nosotros usamos la computadora como un vínculo para estar unidos al mundo exterior, no como algo laboral. No es que entro en la computadora para facturar o hacer notas de pedido.
- ¿Recordás algún libro en particular  porque te gustóespecialmente?
- “El Viejo y el Mar” de Hemingway, de los que he llevado como libro de lectura. Aparte, el año pasado acá la Biblioteca fue a comprar a la Feria del Libro e hice una regresión a la infancia, me llevé todos los de Julio Verne. También leo de política y de historia.
- Algunas personas, cuando pierden la vista se desmoronan, se quedan a veces en la depresión y la tristeza. A vos y a Rubén, al contrario, se los ve -no digo que sea fácil- activos…
- Es que primero, se pasa un período de duelo como en todo, tenés una gran pérdida. Un pariente un familiar, un miembro… la vista es uno de los sentidos. Después de que superás el período de duelo, lo que hacés,  depende de cada uno.
- ¿A vos algo hubo en particular que te ayudó a pasarlo y plantearte que igual ibas a seguir viviendo y haciendo cosas?
- Sí, cuando fui a cobrar la jubilación y vi lo que me pagaron (risas).
- Bueno, es una motivación...
- Y, sí, porque cuando quedé ciego,  fui y cobré 110$ el primer pago de la jubilación y al rato, pagué 140$ de corporación médica. Me alcanzaba para pagar la obra social y punto. ¿Qué hacía ?
- A vos, Rubén, ¿algo que te haya ayudado frente a la novedad de encontrarte así sin poder usar la vista?
- Creo que fue mi formación como ser humano, vengo de una buena enseñanza familiar. Siempre digo que mis padres lo mejor que me dejaron fue la educación que me dieron. Eso traté de transmitírselo a mis hijos y eso es lo que también me ayudó a salir de este trance.
- Bueno, Rubén y Manuel muchas gracias,¿algo que quieran agregar?
- (Rubén) Me gustaría agregar que uno, hasta que no le pasan estas cosas, no sabe lo que realmente es pero vivimos en un país dónde los discapacitados están tratados muy por debajo del nivel del ser humano, como si fuéramos de segunda. Me gustaría hacer algo para que fuera más igualitario el trato entre todos.
- (Manuel) Nosotros desgraciadamente formamos parte de un ghetto. Los que somos no videntes nos juntamos con no videntes, entonces, lo que podemos hacer dentro del núcleo de los videntes es buscarle ayuda a otro no vidente que esté con problemas, porque no todos los no videntes pueden superarlo.  Yo desde que me quedé ciego ya perdí a tres amigos. Tres ex compañeros de escuela, por dejarse morir, por abandonarse a la depresión. Desgraciadamente, no hay buena atención psicológica para la persona adulta que pierde la vista. Cuesta conseguir un psicólogo o psicóloga que se especialice. Eso también sería necesario que cambiara.